El Mundo Necesita Héroes

Ilustración: Blik
Texto: Fran Chaparro

Notó que el viento soplaba ahora con más intensidad y que el mar, hasta ese momento en calma, comenzaba a picarse. Barrió el horizonte con la mirada. Nubes oscuras, amenazantes. Se detuvo en un punto que cabeceaba cada vez con más violencia sobre las olas.

La precaria lancha neumática avanzaba con dificultad, casi hundida por el peso mal distribuido y el movimiento constante de las personas desesperadas que rebosaban la embarcación. Hombres asustados y mujeres que lloraban mientras sujetaban a sus hijos contra el pecho. Una multitud de miseria y chalecos salvavidas.

Huían. Dejaban atrás un infierno de indecibles horrores y de muerte. Era la única explicación para que aventurasen la vida de aquella manera. A perecer en el mar. Algunos, muchos, lo había hecho ya. Aventurarse, y también morir.

Observó la ominosa sombra negra que los perseguía. El guardián de aquellas aguas y de aquella frontera. Vio emerger al monstruo y al trío de cabezas cernirse sobre ellos, terribles y poderosas. Sabía que no iba a permitirles arribar a la costa. Las fauces pugnaron entre sí disputándose la presa y una se escindió del resto, vencida por la maldad y el ansia de las otras dos. Aunque los dioses ahora se mostraban con otras formas y distintos nombres, continuaban ensañándose con el hombre común para su divertimento y su beneficio.

La embarcación clavó la proa al embestir la cresta espumeante de una ola. Al surgir, la arremetida del oleaje la izó de nuevo y,al volver a caer,golpeó contra las afiladas aristas de las rocas que ya se alzaban desde el fondo, hiriendo el costado.El aire que permitía mantener a flote la balsa comenzó a escaparse, como la sangre por una herida mortal de necesidad. Todos gritaban aterrorizados. Iba a ser imposible cubrir aquellos metros hasta la costa, agotados como estaban. Se acabó. Tan cerca de la salvación.

El monstruo aguardaba a que la presa sucumbiese para arrastrarla al abismo y devorar los cuerpos. Permitiría que algún cadáver llegase a la playa, como advertencia y recordatorio. Aquellas eran sus aguas y no consentiría intrusión alguna.

El hombre se internó entonces raudo en el mar y cubrió los metros que lo separaban del naufragio con brazadas fuertes y vigorosas. Oyeron cómo gritaba. Si hubiesen comprendido el griego arcaico que el misterioso héroe hablaba, hubieran sabido que recriminaba al dios del mar que siguiese cebándose con las desgracias de los mortales. Bastante tenían ya con que se matasen entre ellos. El ser humano nunca tuvo necesidad de la malicia de los dioses para causarse la ruina.

Alcanzó la barca y, haciendo acopio de una fuerza poderosa e increíble, cargó sobre sí, casi sin esfuerzo, los cientos de kilos. Luchando contra las olas, que diría se hacían lo imposible por frustrar su empeño,emprendió la vuelta. Pero el mar, enfurecido por los coletazos del monstruo, no estaba dispuesto a ponérselo fácil. Decidió apelar al concurso del benéfico Nereo para que intercediese ante el hijo de Cronos. La cólera de las aguas pareció remitir entonces por un momento y consiguió, al fin, arribar a la playa.

Los servicios de emergencia llegaron poco después.

Nadie dio crédito a la versión de los refugiados. Nadie había visto a aquel hombre sacarlos del mar, ni al monstruo que, vencido por esta vez, se sumergió en espera de la siguiente presa. Nadie supo nunca que Alceo, hijo de Zeus y Alcmena, también llamado Hércules, continuaba sus trabajos aún hoy día. Comprometido, quizá,en causas humanitarias con alguna ONG.

Ilustrado por

Blik

Texto de Fran Chaparro

Fran Chaparro nació en Cádiz en 1970. Escritor de terror ha publicado sus relatos en varias revistas culturales, El ático de los gatos, Relatos sin contrato o Cromomagazine, y en alguna especializada en el género del horror, la fantasía y la ciencia ficción, como Dissident Tales.

También ha participado junto a otros autores en las antologías 13 puñaladas, Vampiralia, Dissident Tales-La antología, Pluma, tinta y papel y Queridos fantasmas. Fue prologuista y jurado del V Certamen de micro relatos «Memorial Isabel Muñoz» organizado por el Colectivo Letras Libres, de Chiclana.

En octubre de 2014 publica el volumen de relatos Historias de la niebla, con la editorial Hélade.

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